En febrero de 1966, al morir baleado en las montañas de Colombia, Camilo Torres irrumpió en escena como un símbolo. Representaba la quintaesencia del hombre comprometido con los oprimidos de la tierra y dispuesto a sacrificar hasta su propia vida por salvarlos. Sin buscar privilegios ni honores, se había integrado a un pequeño puñado de revolucionarios románticos que seguían el camino trazado por Fidel y sus compañeros barbudos en la Sierra Maestra. Además, fue evidente que no se trataba de un curita alocado o resentido; se supo que el cura guerrillero muerto había ocupado una cátedra universitaria y que, aun después de colgar los hábitos, nunca abandonó su fe religiosa. Al contrario, cuando cayó en combate, murió convencido del deber de hacer la revolución como único camino hacia una fraternidad cristiana de verdad, donde la celebración de la Eucaristía cobrara su verdadero sentido. Es solamente en este contexto que se entiende el interés despertado mundialmente por la figura de Camilo —interés que llevaría a una casa editorial neoyorquina a comisionar esta biografía en 1969—.
Walter J. Broderick - Camilo Torres Restrepo [pdf]
Enlaces de interés
Camilo Torres Restrepo - La violencia y los cambios sociales, Pensamiento crítico 1967 [htm]
camilovive.org [htm]
MIA - Archivo Camilo Torres Restrepo [htm]
No hay comentarios:
Publicar un comentario